LAS MUELAS DEL JUICIO.
Las muelas del juicio como comúnmente llamamos a los terceros molares o últimas muelas tanto de la arcada superior como de la inferior, también llamadas cordales por los profesionales, causan muchas preguntas que os resolveremos en este artículo.
1. ¿Cuándo salen?
Son las últimas en formarse, por lo que también de erupcionar.
Generalmente,suelen aparecer al final de la adolescencia o antes de los 20 años, aunque en ocasiones pueden hacerlo con más retraso o incluso llegar a no erupcionar, por lo que se quedan retenidas.
2. ¿Por qué se llaman muelas del juicio?
Su nombre se asocia a la fase en la que aparecen en nuestra boca, en la que una persona adquiere mayor madurez y capacidad de juicio.
3. ¿Todos tenemos muelas del juicio?
Así como es habitual que toda persona tenga cuatro primeros molares y
cuatro segundos molares, no es nada excepcional que algunas personas
nazcan sin los cuatro terceros molares (2 inferior y 2 superiores). Es
frecuente que algunas personas sólo tengan 3, 2, 1 o incluso ninguna muela
del juicio.
4. ¿Por qué algunas muelas del juicio no salen?
Al ser las últimas muelas en salir, es frecuente que no tengan suficiente espacio. También puede ocurrir que su posición durante su desarrollo no sea idónea y queden encajadas contra otros dientes, impidiendo su correcta erupción y dando problemas mayores a otras piezas dentales. Puede ser interesante comentar que nuestros antepasados necesitaban más dientes debido a su dieta más carnívora y dura. La evolución humana a suavizado los hábitos alimenticios lo que ha creado una tendencia de una menor necesidad de dientes y mandíbulas grandes.
5. ¿Por qué duelen las muelas del juicio?
La propia erupción dental puede producir molestias. En algunas ocasiones la falta de espacio o la imposibilidad de colocarse produce una inflamación gingival que genera dolor y molestias en el paciente.
6. ¿Por qué en ocasiones se recomienda no quitar las muelas del juicio?
Es justo decir que en ocasiones las muelas del juicio erupcionan perfectamente y no presentan ninguna amenaza. En otras ocasiones su retirada presenta más riesgos para el paciente que su propia conservación. Es en esos casos cuando recomendamos no extraerlas y vigilarlas periódicamente para confirmar que no es necesario cambiar de criterio.
7. ¿Cómo y cuando deben de quitarse?
Hay personas que prefieren quitarse todas las muelas de una vez. Otros prefieren quitarlas de una en una o de dos en dos. Nuestro consejo es estudiar cada caso de manera individual y aplicar siempre el protocolo más sencillo y amable para que tengas la experiencia más positiva. El momento ideal para empezar a valorar la necesidad de retirarlas es el final de la adolescencia.
8. ¿En qué consiste su extracción?
Cada muela del juicio es única y su retirada puede ser muy variada hasta el punto de que pueden ser procedimientos que duren desde 5 minutos a más de una hora. En todos los casos se aplica anestesia local para evitar cualquier tipo de dolor. En algunos casos es necesario abrir la encía para acceder a la muela y dar algunos puntos de sutura para una correcta cicatrización.
9. ¿Qué cuidados debo tener si me las quitan?
El apoyo de medicación con antibióticos o antiinflamatorios es muy frecuente. Algunos de los consejos más habituales son mantener una buena higiene bucodental, no realizar actividad deportiva en dos-tres días, no fumar, mantener una dieta blanda los primeros días, no tomar alimentos muy calientes y no realizar enjuagues muy fuertes durante las primeras 24 horas.
10. ¡Quiero saber si debo quitármelas!
Sólo hay una forma de responderte con profesionalidad y precisión.
Ven y consúltanos.
Haremos una exploración bucodental, una radiografía
panorámica y podremos averiguar si es conveniente y
de serlo cual es la mejor forma para que las muelas del
juicio no te supongan ningún problema.
Su extracción no está siempre justificada, pero existen varios motivos fundamentales que nos animarán a recomendarte su retirada.
Algunos de esos motivos son:
-No tienen espacio para salir y están provocando o empeorando un apiñamiento dental.
-Cuando no han erupcionado del todo y provocan una inflamación gingival constante.
-Están lesionando o dañando otros dientes más importantes. -Suponen un riesgo de aparición de patologías asociadas como procesos infecciosos, quistes o dolores recurrentes.
-Cuando necesitamos realizar un tratamiento de ortodoncia y su permanencia nos impide conseguir el mejor resultado.
-Cuando no tienen ninguna utilidad funcional y no las usamos para masticar contra otro molar o cuando provocan una interferencia oclusal que impide que articulen bien los dientes superiores e inferiores.
-Cuando acumulan placa bacteriana y suciedad que favorecen la enfermedad periodontal y el paciente no es capaz de limpiarlas dado la dificultad de acceder a ellas con el cepillo dental.
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